LA LACTANCIA MATERNA Y SU IMPORTANCIA EN EL DESARROLLO DE LOS MAXILARES
La lactancia materna no sólo tiene beneficios desde el punto de vista nutritivo, inmunológico y emocional de unión materno-infantil sino que debemos considerar su importancia en la prevención de maloclusiones (malas mordidas entre dientes superiores e inferiores).
Todos conocemos los beneficios de la leche materna en los primeros momentos de nuestra vida: beneficios nutricionales, por las vitaminas y aminoácidos esenciales que aporta; beneficios en las defensas, por las inmunoglobulinas y anticuerpos; beneficios emocionales en la relación de madre e hijo, etc. Además de ello, la lactancia materna favorece el correcto posicionamiento de las arcadas dentarias y por tanto, una buena oclusión dentaria.
Todos los bebés nacen con una mandíbula pequeña en relación con el maxilar superior. La succión del pecho ayuda a que la mandíbula “avance” en su posición y por lo tanto se obtiene una mejor relación entre maxilar superior e inferior. Los estudios indican que con la ejercitación de los músculos masticadores y faciales al lactar se disminuye un 50% las maloclusiones.
La lactancia materna también facilita la respiración nasal del bebé, ayuda a un correcto posicionamiento de la lengua y a un buen desarrollo de la musculatura oral, previene una deglución atípica, estimula una correcta forma del paladar y aumenta el flujo salival.
La mayoría de odontopediatras aconsejan la lactancia materna durante los primeros 6 meses debido a las ventajas que representa para el desarrollo del bebé.